Muchas personas usan herramientas manuales en el trabajo o en casa. Aunque facilitan el trabajo, pueden producir tensiones y provocar lesiones.
Al realizar algunos trabajos, utilizar herramientas en ciertas posiciones puede sentirse más fácil pero puede ejercer presión excesiva sobre el cuerpo. En otras ocaciones, puede ser más fácil hacer cierto trabajo en una mala posición. Con el tiempo, esto puede provocar tensión y lesiones, especialmente en los músculos del antebrazo y las manos.
Las distensiones musculares y la tendinitis son lesiones particularmente comunes cuando se usan herramientas manuales. Los esguinces también pueden ocurrir cuando se aplica una fuerza excesiva, particularmente con los dedos y las manos. Raspar con herramientas manuales es una forma común en que esto puede suceder.
Aplicar hielo sobre los músculos y articulaciones adoloridos y lesionados de la mano y el antebrazo puede reducir el dolor y la inflamación.
Las lesiones por movimiento repetitivo a menudo se pueden prevenir con la modificación de la actividad. Tome descansos regulares y cambie entre trabajos que realiza para evitar el agotamiento de los músculos.
Evitar la flexión o extensión extrema de la muñeca y mantener una posición neutral de la muñeca mientras gira un destornillador o una llave puede ayudar a reducir el estrés y la tensión.
A veces, la tensión muscular y el dolor pueden ocurrir incluso con un uso cuidadoso. El tratamiento quiropráctico es una excelente manera de tratar el dolor y la rigidez asociados con el uso de herramientas manuales. Los médicos quiroprácticos utilizan una variedad de modalidades que incluyen la manipulación, el masaje, la electroestimulación, el ejercicio y la instrucción de estiramiento que ayudan a controlar el dolor y los síntomas que surgen de las lesiones laborales. Póngase en contacto con su quiropráctico si sufre dolor al usar herramientas manuales.